Cada vez es más habitual encontrarnos con que los usuarios van sustituyendo sus viejas bombillas por las nuevas de Leds. Existen varias razones para ello:
•Uno de los puntos principales es que consumen mucho menos que las bombillas alternativas.
•No contienen mercurio ni productos contaminantes, por lo que son más seguras. Los tubos fluorescentes, al partirse liberan mercurio.
•No se calientan, por lo que son mucho más seguros y evitan que el cableado se estropee.
•Cuentan con unas dimensiones menores que las bombillas tradicionales, por lo que se pueden colocar prácticamente en cualquier sitio.
•Nos permiten realizar interesante combinaciones de colores incluso con una única bombilla controlada de forma remota con un mando.
•Las nuevas bombillas cuentan con casquetes idénticos a las tradicionales, por lo que en la mayoría de los casos no tendremos que sustituir la lámpara.
•Una sola bombilla de reducidas dimensiones consigue más lúmenes que las bombillas tradicionales, con las que necesitaremos muchas unidades y nos ocupará un mayor espacio si queremos tener la estancia bien iluminada.
•Además de ser más seguros, los LEDs no contienen sustancias nocivas, por lo que utilizándolos tenderemos la mano a la madre naturaleza.
•Aunque son más caros, cuentan con una durabilidad mucho mayor, alcanzando incluso los 15 años.
•No requieren mantenimiento, por lo que son ideales para las zonas de difícil acceso.